ESPECIAL SANFIC 10: Tiempo de caníbales (2014)

Lagos, Nigeria. Dos asesores alemanes se encuentran hospedados en un hotel por motivos de negocios. Se trata de Frank Öllers y Kai Niederländer, dos compañeros de lo más particulares que reflejan de manera caricaturesca el estereotipo del capitalista exitoso: sin ética ni moral, que se siente un Semi dios, hijo de puta profesional, prepotente, ajeno al mundo y a las consecuencias que puede generar un negocio deshonesto en la población. A ellos se suma Bianca, una hermosa colega de unos treinta años que dice repudiar las conductas de sus colegas. Juntos vivirán una experiencia de lo más inesperada. 

La película es muy interesante. Resulta inteligente y mordaz. Con un humor de cinco estrellas tal como el hotel en que se quedan. La historia transcurre durante todo el metraje en las habitaciones de un hotel. Tres personajes que se van trenzando hasta formar cierta camaradería en una situación en donde el futuro se ve frágil y difuso.

La temática de esta cinta alemana es clara: el capitalismo como una enfermedad que hace de los hombres, caníbales. No importa nada más que cerrar negocios lucrativos. ¿Para qué salir del hotel? ¿Es un país tercermundista digno de conocer? ¿Y sus habitantes, son tan humanos como quien viste cuello y corbata? El que no salgan de sus piezas y traten con desdén a los funcionarios refleja la incisiva intención de exponer que para ellos no son más que mano de obra barata y desechable. Para qué prestarles atención. ¿Pero qué sucedería si se viesen inmersos en una situación en donde ignorarlos sea sinónimo de una muerte segura? Por ahí va el asunto a considerar.

A este escenario se suma otro y es precisamente lo que sucede fuera del hotel. Se trata de una subtrama latente e invisible pero no por ello silenciosa: en las convulsionadas calles de Lagos grupos extremistas islámicos han comenzado con las guerrillas. Desde las alturas Frank, Kai y Bianca oyen las metralletas y misiles que poco a poco se van acercando haciendo que la película se vaya haciendo claustrofóbica y que los personajes evolucionen. En definitiva lo que sucede fuera de las inmediaciones del hotel, es lo que permite que la historia se desarrolle. Genial.

El ritmo de la película funciona a la perfección. Con leves cortes en la narración que ayudan a dar un respiro al relato que se aborda. Los diálogos son geniales y las actuaciones sorprenden. Así tenemos a Frank, un intratable violento e irónico que no vacilará en destruir lo que tenga a mano. Kai es más sereno pero imposible más racista y clasista; y finalmente Bianca, una linda mujer que solo es correcta por política.

La película se comunica consigo misma. Y se construye desde adentro: la acción parte desde las ficticias calles nigerianas y el eco que hace la algarabía de las armas rebeldes (que no vemos pero se nos sugiere con ruidos estrepitosos creadores de momentos) que va subiendo hasta las alturas de un hotel pensado para que el turista occidental pueda aislarse y hacer sus negocios tranquilamente.

No puedo no hacer mención sobre el final: brillante, brillante, brillante. Un final así sólo se permite cuando la historia es trabajada con maestría desde el principio. Y este es el caso.

Tiempo de caníbales fue una sorpresa. Queda muy recomendada. Una ácida mirada al capitalismo y su convivencia forzada con la sociedad que sofoca.

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