Un enigmático hombre de anteojos viaja a toda velocidad en un Chevy Malibú. Un policía lo detiene. Lo interroga y le pide las llaves para revisar el maletero.
La siguiente escena: ni rastros del oficial, más que sus botas humeando… Así comienza (y engancha de inmediato) Repo man.

Las historias detrás del Chevy Malibú
El auto en cuestión posee algo tan preciado en el maletero que una organización del gobierno y una extraña mujer, harán lo que sea para recuperarlo; mientras esto sucede, se le ha puesto una recompensa tan alta en dinero, que una banda de antisociales, así como otras compañías de confiscaciones automovilísticas, intentaran lo mismo: adjudicarse el Malibú.

Repo Man está compuesta más que de una gran historia, de varias subtramas las cuales tienen en común precisamente el Chevy como elemento de convergencia, que motiva a los personajes a la acción, y consigue el desarrollo de la historia.
Otto, el repo man
Otto, un joven punk que recién ha sido despedido del minimarket en donde trabajaba, conoce al enigmático Bud quien lo adentrará en su negocio para ganar dinero. Desde entonces, Otto se dedicará a requisar autos como recobrador sin sospechar que en su nuevo oficio (pese a lo alucinante que es) se pasa la vida metido en situaciones difíciles y que un recobrador no tiene horarios. Toda la noche de todas las noches debe trabajar.

A un paso de la incógnita
Leila es una chica que cree fervientemente en lo paranormal y conspiraciones. Es atractiva y no tarda en llamar la atención de Otto quien buscará tener un encuentro con ella. Leila está al tanto de la existencia del Chevy Malibú y todo pareciera indicar que conoce el contenido del misterioso maletero.
El toque freak
La frívola agente Rogersz trabaja para una organización secreta que está a la búsqueda de algo que se ha robado. ¿Qué es? lo que sea que esté en el maletero del Chevy Malibú es tan incomesurablemente increíble que pone en riesgo la seguridad nacional. El personaje además de resaltar por su carácter inquebrantable, llama la atención por tener una mano de metal. Una alusión visual a lo que es tener mano dura. Genial y con estilo.


Y dos más. Los ex amigos punks de Otto se ven durante la película en más de un atraco. Y las bandas de reponedores, en uno que otro enfrentamiento bajo los códigos del oficio.
La genialidad de Repo man recae en cómo estas diversas historias van entretejiéndose con acción y suspenso de gran octanaje hasta lograr un cauce lo suficientemente torrentoso para desembocar en el gran desenlace.
Retrato de una generación
La fascinación de Cox por la contracultura punk es sabida. Dentro de su filmografía destaca Sid & Nancy, la historia del bajista de los Sex Pistols y su novia.
Tiempo después hace una película que quedaría en el olvido llamada Straight to Hell, con Joe Strummer como actor principal y en donde también actuaron Elvis Costello, Courtney Love y Grace Jones.
En Repo Man, Cox logra plasmar con éxito la estética punk imperante de la época tanto visual como intelectualmente; jóvenes vestidos de cuero y peinados extravagantes, poseídos por un fuerte nihilísmo autodestructivo que lleva a delinquir y a la violencia extrema.
A todo volumen
Más que una banda sonora, podemos decir que estamos frente a un gran recopilatorio de estandartes de la escena de la época. Por ejemplo, el tema principal es de Iggy Pop (y está buenísimo).
Circle Jerks, Suicidal Tendencies, Black Flag, también participan. Y cerrando la lista, está The Plugz, una banda relativamente conocida, que en definitiva aporta con un poco de español cantado bien a lo charro, dando ese toque latino de pandillas y problemas que le viene muy a tono al ambiente de las calles de California.


Este film de Alex Cox recuerda por varios motivos a la posterior joyita de John Carpenter They live, en donde un obrero descubre por medio de unos lentes de sol que los humanos no están solos en la tierra. En Repo Man el objeto es otro. El gran elemento de suspenso y motor de acción con el cual confluyen todas las historias, es un auto Chevy Malibú.
Ambas películas se desarrollan desde la vereda callejera. La clase media y la desmitificación del consumismo mediante una apuesta visual ciertamente innovadora.
Estamos frente a un peliculón. De esos de culto: lleno de frases y diálogos memorables, escenas más que absorbentes, personajes con carácter, una banda sonora que realza la acción. Todo en Repo Man es digno de elogio. Es Ciencia Ficción pura y con sello ochentero. Con acción y un suspenso exquisitamente trabajado bajo un Macguffin digno de Alfred Hitchcock.